El síndrome de burnout, también conocido como agotamiento laboral o desgaste profesional, es un fenómeno que afecta a muchas personas en el entorno laboral.
El término fue acuñado por primera vez en la década de 1970 por el psicólogo Herbert Freudenberger, quien lo definió como «la extinción del combustible o la pérdida de energía debido a la dedicación excesiva a una causa, forma de vida o relación que falla en producir los resultados deseados».
El burnout no solo afecta a nivel individual, sino que también tiene repercusiones en la productividad y el bienestar general de una organización.
En este artículo, exploraremos qué es el burnout, cómo se manifiesta, los síntomas asociados y proporcionaremos herramientas y estrategias para su evaluación y prevención, desde la perspectiva y enfoque de la prevención de riesgos laborales.
¿Qué es el burnout y cómo afecta?
El burnout es un estado de agotamiento físico, emocional y mental que resulta de la acumulación de estrés crónico relacionado con el trabajo.
Se caracteriza por la sensación de estar agotado, sin motivación y sin la capacidad de cumplir con las demandas laborales.
El burnout afecta tanto a nivel individual como a nivel organizacional:
- A nivel personal, puede provocar una disminución en el rendimiento laboral, una sensación de incompetencia y falta de logros, así como problemas de salud física y mental.
- A nivel organizacional, puede causar una disminución en la productividad, el aumento de la rotación de personal y un ambiente laboral negativo.
¿Cómo se siente?
Una persona con burnout suele experimentar una variedad de emociones negativas.
Puede sentirse exhausta física y emocionalmente, sin energía ni motivación para llevar a cabo sus tareas laborales. Además, puede experimentar irritabilidad, ansiedad y depresión.
La persona puede experimentar dificultades para concentrarse y tomar decisiones, y puede tener la sensación de que su trabajo carece de sentido o propósito.
¿Qué síntomas tiene el burnout?
El síndrome de burnout presenta una serie de síntomas que pueden manifestarse tanto a nivel físico como emocional.
Algunos de los síntomas físicos incluyen:
- Fatiga crónica
- Trastornos del sueño
- Dolores musculares y de cabeza
- Problemas gastrointestinales
- Disminución del sistema inmunológico.
A nivel emocional, los síntomas pueden incluir sentimientos como:
- Tristeza
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Desesperanza
- Falta de satisfacción personal.
- Problemas de memoria
- Dificultades para concentrarse.
¿Cómo superar el síndrome de burnout?
Superar el síndrome de burnout requiere un enfoque integral que combine medidas a nivel individual, organizacional y social.
- A nivel individual, es importante que la persona aprenda a establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, practique técnicas de relajación y manejo del estrés, busque apoyo social y profesional, y realice actividades que le brinden satisfacción y bienestar fuera del entorno laboral.
- Nivel organizacional, es fundamental que las empresas promuevan un entorno laboral saludable, fomenten una cultura de cuidado y apoyo, ofrezcan programas de bienestar y gestionen adecuadamente la carga de trabajo y los tiempos de descanso.
- Y social, es esencial que se promueva una conciencia sobre el síndrome de burnout, se reduzca el estigma asociado y se fomente el equilibrio entre el trabajo y la vida personal en la sociedad en general.
Herramientas de evaluación del burnout
Existen diversas herramientas que pueden utilizarse para evaluar la presencia y el nivel de burnout en el entorno laboral. Las más utilizadas por profesionales en PRL son las siguientes:
- Maslach Burnout Inventory (MBI): Es una de las herramientas más utilizadas para evaluar el burnout. Consiste en un cuestionario que mide los niveles de agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal.
- Copenhagen Burnout Inventory (CBI): Esta herramienta evalúa el burnout desde tres dimensiones: agotamiento personal, agotamiento relacionado con el trabajo y agotamiento relacionado con la clientela.
- Oldenburg Burnout Inventory (OLBI): Este cuestionario se enfoca en dos dimensiones del burnout: agotamiento emocional y desapego cognitivo.
- Burnout Assessment Tool (BAT): Es específica para evaluar el burnout en profesionales de la salud. Analiza diferentes aspectos relacionados con el agotamiento emocional y la fatiga.
- Utrecht Work Engagement Scale (UWES): No es una herramienta específica para el burnout, pero se utiliza para evaluar el compromiso laboral, lo cual puede ser útil para identificar el riesgo de burnout.
- Brief Burnout Questionnaire (BBQ): Esta herramienta es una versión abreviada del MBI y se centra en la evaluación del agotamiento emocional.
- Areas of Worklife Scale (AWS): Evalúa seis áreas clave relacionadas con el trabajo (carga de trabajo, control, recompensas, comunidad, equidad y valores) para identificar factores de riesgo de burnout.
- Stanford Presenteeism Scale (SPS-6): Esta herramienta mide la presencia y la productividad en el trabajo, lo que puede ser útil para detectar signos de burnout.
- Job-related Affective Well-being Scale (JAWS): Evalúa los aspectos emocionales y afectivos del bienestar laboral, lo que puede proporcionar una indicación del riesgo de burnout.
- Occupational Burnout Inventory (OBI): Esta herramienta se enfoca en el burnout ocupacional y evalúa los niveles de agotamiento, cinismo y eficacia laboral.
Medidas preventivas a aplicar
Las medidas preventivas que se pueden aplicar son las siguientes:
- Fomentar la conciencia y educación sobre el burnout: Es fundamental que tanto los empleados como los empleadores comprendan qué es el burnout, sus causas y sus consecuencias.
- Promover una cultura de trabajo saludable: Las organizaciones deben fomentar una cultura que valore el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
- Gestionar la carga de trabajo: Es esencial que los empleadores evalúen y asignen las tareas y responsabilidades de manera adecuada, evitando sobrecargar a los empleados.
- Fomentar la comunicación abierta: Promover una comunicación abierta y transparente entre los miembros del equipo y entre empleados y gerentes.
- Proporcionar apoyo y recursos adecuados: Las organizaciones deben asegurarse de que los empleados tengan acceso a los recursos necesarios para realizar su trabajo de manera efectiva.
- Fomentar el autocuidado: Es importante educar a los empleados sobre la importancia del autocuidado y proporcionarles recursos y herramientas para que puedan manejar adecuadamente el estrés.
- Promover el trabajo en equipo y la colaboración: Fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y de apoyo.
- Ofrecer programas de bienestar: Implementar programas de bienestar en el lugar de trabajo, como sesiones de ejercicio, talleres de manejo del estrés, etc…
- Establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal: Es importante que los empleados puedan desconectarse del trabajo cuando están fuera del horario laboral.
- Promover el apoyo social y la creación de redes: Fomentar la construcción de relaciones sociales y el apoyo entre los empleados puede ser de gran ayuda para prevenir el burnout.