Agentes químicos

Agentes químicos

Los agentes químicos son todos los elementos o compuestos químicos, por sí solos o mezclados, tal como se presenta en estado natural o es producidos, utilizados o vertidos, incluidos los vertidos como residuos, en una actividad laboral, se haya elaborado o no de modo intencional y se haya comercializado o no.

¿Qué es riesgo quimico y cómo se clasifica?

El riesgo químico es aquel riesgo susceptible de ser producido por una exposición no controlada a agentes químicos la cual puede producir efectos agudos o crónicos y la aparición de enfermedades.

A la hora de su clasificación, hay una primera genérica que diferencia a estos agentes según su estado de presencia en aerosoles, humos, vapores y gases; líquidos y vertidos; polvos y compuestos sólidos.

Por otro lado están los efectos que producen si los trabajadores no toman medidas adecuadas:

  • Asfixiantes
  •  Irritantes
  • Corrosivos
  • Alérgicos
  • Anestésicos
  • Cancerígenos
  • Neumoconióticos

¿Qué son los agentes químicos peligrosos?

Agente químico peligroso es aquel agente químico que puede representar un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores debido a sus propiedades fisicoquímicas, químicas o toxicológicas y a la forma en que se utiliza o se halla presente en el lugar
de trabajo.
Para que se identifiquen los riesgos en los productos químicos se utilizan las etiquetas SGA, que son todas aquellas que se imprimen bajo los requerimientos del Sistema Globalmente Armonizado; este sistema se estableció para aplicarse en diversas áreas de las industrias de productos químicos para el manejo y cuidado de dichas sustancias.
etiquetas SGALos 6 elementos con los que debe de contar para no poner en riesgo al consumidor son:

1- Aviso de precaución o peligro

2- Pictogramas

3- Información del fabricante

4- Indicaciones de precaución/primeros auxilios

5- Indicaciones de peligro

6- Nombre del producto o identificadores

¿Cómo afectan los agentes químicos en el trabajo?

La mayoría de los agentes químicos suponen un peligro para nuestra salud. Podemos encontrarlos en simples sustancias -desde el cloro hasta el amianto, pasando por la gasolina- o en disoluciones de varios compuestos. Estos reciben el nombre de preparados.

Ahora bien, ¿cuáles son los agentes químicos peligrosos? Pues todos los que supongan un riesgo para nuestra seguridad y salud. Pero también para el medio ambiente.

Ese peligro se deriva de las propiedades fisicoquímicas o toxicológicas de cada agente, así como de la forma en la que se presente dentro del ámbito laboral. Igualmente, la forma en la que se utilice esa sustancia marcará su grado de peligrosidad. Así lo define el Real Decreto 374/2001, norma de referencia en esta materia.

Hemos de recordarte, por último, que estos elementos se conocen también como productos tóxicos, ya que al entrar en contacto con nuestro organismo pueden producir daños.

Tipos de efectos adversos

Las principales partes de nuestro cuerpo que se ven afectadas negativamente por los agentes químicos en el trabajo son los ojos, el aparato respiratorio y la piel de cualquier zona corporal. Pero los efectos adversos pueden manifestarse de distintas maneras. Estos son sus tipos:

Directos: Sequedad, corrosión, pérdida de color, cloracné (enfermedad de la piel poco comun), cáncer e irritación se incluyen en los efectos que directamente pueden darse en el punto de contacto con la sustancia química.

Sistémicos: Estos causan problemas a un órgano específico o a todo un sistema una vez que el agente químico ha ingresado en el organismo.

Sensibilización: Este efecto aparece cuando nos volvemos sensibles a una o varias sustancias después de exponernos a ella o ellas. Causa reacción alérgica normalmente en piel o vías respiratorias.

Combinados: Aquí se incluyen los efectos múltiples y diferentes que puede causar uno o varios químicos.

Prevención y control

Las labores de prevención de todos esos riesgos químicos y los efectos que causan son imprescindibles en el ámbito laboral. De esta forma, podemos optar por dos medidas preventivas: eliminación de las sustancias químicas innecesarias en el trabajo o sustitución por otras menos nocivas.

En su defecto, la mejor solución es el control adecuado: modificando los procesos, recurriendo a la ventilación local y general, manteniendo una piel sana (no seca) e innovando en las prácticas laborales. Por supuesto, no debemos olvidar que los trabajadores respeten las tareas de limpieza e higiene, así como el uso de equipos de protección.

Con todo eso, el impacto de los agentes químicos en el trabajo queda minimizado y se evitan así sus efectos perjudiciales.

 

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