En la Seguridad y Salud en el Trabajo, existen herramientas muy eficaces que permiten prevenir accidentes, mejorar la respuesta ante emergencias y fomentar entornos laborales seguros. Dos de las más importantes —y muchas veces confundidas— son el Plano de Evacuación y el Mapa de Riesgos.
Aunque pueden parecer similares, cumplen funciones distintas pero complementarias, y ambos son obligatorios según la legislación española vigente. En este artículo te explicamos en detalle qué es cada uno, cuál es su función, qué normativa los respalda y por qué son fundamentales en cualquier organización comprometida con la seguridad.
¿Qué es un Plano de Evacuación?
El Plano de Evacuación es un documento gráfico que representa la distribución de un edificio o instalación, incluyendo:
Rutas de evacuación señalizadas.
Salidas de emergencia.
Extintores y equipos contra incendios.
Puntos de encuentro o zonas seguras.
Ubicación de alarmas y sistemas de comunicación de emergencia.
Su objetivo principal es garantizar una evacuación rápida y segura ante una situación de emergencia como incendios, explosiones, derrames químicos o sismos.
La elaboración y exhibición visible del plano de evacuación está regulada por distintas normativas, entre ellas:
Real Decreto 393/2007, que aprueba la Norma Básica de Autoprotección.
Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL).
Código Técnico de la Edificación (CTE), especialmente el documento básico SI (Seguridad en caso de incendio).
Estos textos establecen la obligación de disponer de planes de emergencia y autoprotección, en los que el plano de evacuación es una herramienta fundamental.
¿Qué es un Mapa de Riesgos?
El Mapa de Riesgos es un recurso preventivo que identifica, localiza y clasifica los peligros existentes dentro del entorno de trabajo. A través de una representación visual del lugar, se destacan los riesgos por zonas, facilitando su análisis y posterior gestión.
Los riesgos pueden ser:
Físicos: ruido, vibraciones, temperaturas extremas.
Químicos: exposición a sustancias tóxicas o inflamables.
Biológicos: contacto con agentes patógenos.
Ergonómicos: posturas forzadas, manipulación de cargas.
Psicosociales: estrés, acoso laboral.
El Mapa de Riesgos se enmarca dentro de la evaluación de riesgos laborales, que es obligatoria según la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y el Real Decreto 39/1997, que aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.
Este decreto establece la necesidad de identificar, evaluar y planificar la acción preventiva ante los riesgos detectados en el centro de trabajo. El mapa es una herramienta visual clave para cumplir con esta obligación y comunicar los riesgos al personal.
Diferencias clave entre el Plano de Evacuación y el Mapa de Riesgos
Elemento | Plano de Evacuación | Mapa de Riesgos |
---|---|---|
Finalidad | Reacción ante emergencias | Prevención de accidentes y enfermedades |
Contenido | Rutas de salida, puntos de encuentro | Zonas con riesgos físicos, químicos, etc. |
Momento de uso | Durante una emergencia | Antes y durante el desarrollo de actividades |
Base normativa | R.D. 393/2007, LPRL, CTE | LPRL, R.D. 39/1997 |
Actualización | Cuando cambian las instalaciones o riesgos | Al detectar nuevos riesgos o cambios en tareas |
Carácter obligatorio | Sí | Sí |
¿Por qué son importantes ambos documentos?
Tanto el plano de evacuación como el mapa de riesgos forman parte de una estrategia integral de prevención. No basta con reaccionar adecuadamente ante una emergencia; lo ideal es anticiparse a los riesgos y evitar que ocurran.
Una organización que implementa ambos documentos demuestra:
Compromiso con la seguridad de su equipo.
Cumplimiento normativo.
Reducción de costes derivados de accidentes.
Mejora de la imagen corporativa.
Promoción de una verdadera cultura preventiva.
Seguridad desde el diseño y la prevención
El Plano de Evacuación y el Mapa de Riesgos no son lo mismo, pero ambos son imprescindibles. Mientras uno protege en caso de emergencia, el otro actúa de forma anticipada para evitar que esa emergencia ocurra.
Cumplir con la normativa no debería ser el único motivo para elaborarlos. La seguridad empieza con la planificación, el análisis y el diseño de espacios laborales más seguros, informados y responsables. En un entorno laboral moderno, prevenir es proteger.