Existen 3 tipos de accidentes laborales en relación a la movilidad
Accidente laboral de tráfico
Accidente de trabajo que se produce a consecuencia de un accidente de tráfico. (Guía Delta, enero
2019)
Se considera que el trabajador accidentado ha sufrido un accidente de tráfico si el accidente reúne las tres circunstancias siguientes: Se produce, o tiene su origen, en vías o terrenos objeto de la legislación sobre tráfico, está implicado al menos un vehículo en movimiento y el trabajador accidentado es conductor o pasajero de un vehículo que se ha visto implicado en el accidente, o bien ha sufrido los daños a consecuencia del accidente de tráfico como usuario de la vía, A su vez, los accidentes laborales de tráfico se dividen en:
Accidentes “in itinere”
Son aquellos que se producen en el trayecto entre el domicilio del trabajador y su puesto de trabajo.
Existen 3 criterios o elementos determinantes del accidente in itínere: que ocurra en el camino de ida o vuelta, que no se produzcan interrupciones entre el trabajo y el accidente y que se emplee el itinerario habitual.
Accidentes en jornada laboral
Son aquellos que se producen durante la jornada laboral por motivos de trabajo. A su vez, pueden tratarse de:
– Accidentes sufridos por trabajadores cuya labor fundamental es la conducción, como es el caso de
transportistas, mensajeros o conductores de servicios de transportes.
– Accidentes sufridos por trabajadores que necesitan realizar desplazamientos fuera de las instalaciones de la empresa para cumplir con su misión, pero su labor fundamental no es conducir si no
otra, como es el caso de visitadores médicos, operarios de reparaciones domésticas, agentes
comerciales, etc.
Los factores de riesgo
Factor humano
El principal factor que interviene en un accidente de tráfico es el factor humano, el cual, según consideran la
práctica totalidad de los estudios científicos sobre la materia, está presente en un porcentaje que oscila entre
el 80% y el 90% de los mismos
Las claves para evitar distracciones:
• Antes de coger el volante: Dormir bien, no ingerir bebidas alcohólicas, no hacer comidas copiosas
y tener muy en cuenta las contraindicaciones de los medicamentos que se ingieran.
• En el trayecto: Evite fumar al volante. Descanse cada dos horas, al menos.
• Mantener una temperatura agradable: Alrededor de 21 o 22 grados es una temperatura
aconsejable.
• Utilización de smartphone: El uso del smartphone al volante es la principal causa de distracción.
Incluso, el uso del smartphone con manos libres, a partir de una cierta duración de la conversación, produce
también distracción. Se debe utilizar solo para emergencias y con el vehículo parado.
• Radio/MP3: Manejarlos nos distrae, resultan más aconsejables los que se manejan directamente
desde el volante. Seleccionar las emisoras y CDs antes del viaje, es una buena opción.
• GPS: Programar una ruta mientras conducimos es muy peligroso. Hacerlo siempre antes de iniciar
el trayecto.
Alcohol y drogas
El consumo de alcohol y otras drogas al volante constituye uno de los principales factores de
siniestralidad y morbilidad en los accidentes de tráfico.
Factor vehículo
El vehículo es un elemento que se utiliza tanto para el desplazamiento hasta el centro de trabajo y la
vuelta a casa, como herramienta profesional, y entre los riesgos asociados al mismo se incluyen, por ejemplo, el estado de los neumáticos, frenos, fijación de la carga a transportar, disipación de gases, parachoques, estructuras absorbentes, cinturones de seguridad, cascos, air-bags, depósitos anti-rotura y anti-derrame, o las cabinas reforzadas. Un correcto mantenimiento del vehículo es fundamental para garantizar
la seguridad.
Factor vía/entorno
La vía es otro posible factor de riesgo ante un accidente. Por una parte, hay que considerar los aspectos relativos al diseño y construcción (trazado, pavimentación, anchura, resistencia al deslizamiento, número de carriles, la pendiente, el peralte…), así como su explotación, mantenimiento y rehabilitación; el diseño de los componentes de la vía (incluyendo desde la localización de señales, bolardos, barreras protectoras, la señalización
y otros objetos del mobiliario urbano), hasta el problema que plantea el diseño correcto de la señalización
desde su aspecto perceptivo (tipos de letra, tamaños, situación, etc.)
Las condiciones del entorno pueden también influir en la accidentalidad. Por un lado, es importante valorar la visibilidad e iluminación de las mismas y otra parte, todo un conjunto de elementos “cambiantes” que
modulan e influyen en la conducción de forma más, imprevisible, intemporal o incidental como son la climatología e incidencias u obstrucciones temporales.