Historia de la seguridad industrial

A lo largo de la la historia de la seguridad industrial en los puestos de trabajo ha ido evolucionando para preservar las condiciones laborales de los trabajadores y poder desarrollar cada una de las actividades de la mejor forma posible.

Ya en el antiguo Egipto comenzaron las innovaciones en materia de seguridad con la invención de los arneses, andamios y sandalias para los trabajadores.

Estos dispositivos fueron utilizados por los esclavos que construyeron las pirámides y esfinges de los faraones.

En la civilización griega, la construcción de la Gran Acrópolis propició la aparición de nuevos inventos en medicina para paliar las enfermedades por intoxicación de los trabajadores de las minas.

Hipócrates (460-370 A.C), el padre de la medicina, escribió un tratado con remedios para tratar este tipo de enfermedades.

En Roma, se tomaron medidas sobre la salubridad en los espacios de trabajo y se construyeron baños públicos y otras instalaciones para proteger a los trabajadores.

Galeno es considerado junto a Hipócrates el médico más importante de la antigüedad y estudió todo tipo de enfermedades y peligros de los trabajadores en su puesto como era el caso de los gladiadores, curtidores y mineros.

Renacimiento

En el Renacimiento aparecen las primeras universidades y se redactan las primeras leyes de protección de los trabajadores donde se construyen los primeros peldaños hacia la formalización de la seguridad laboral en los puestos de trabajo.

Un ejemplo son las “Ordenanzas de Francia”, ideadas en 1413 y el panfleto elaborado por Ellenbaf en 1473 en Alemania que supone el primer documento sobre salud ocupacional de la historia.

Edad Moderna

En el siglo XVIII, con el nacimiento de la industria moderna, el interés de los científicos se ocupó de los aspectos técnicos del trabajo y la seguridad, dejando la salud ocupacional en segundo plano hasta el siglo XIX.

Los oficios artesanos dejaron paso a la producción en cadena y el trabajo se desarrollaba en condiciones infrahumanas. La salud y la seguridad para los trabajadores eran mínimas.

Debido a las condiciones dramáticas de los obreros y a las consecuencias trágicas, traducidas en muertes y en una producción deficiente, se optó por crear leyes de protección y seguridad.

Leyes de protección y seguridad creadas a lo largo de la historia:

1778: Edicto de protección contra accidentes en España concedido por Carlos III.

1802: Limitación de la jornada laboral y niveles mínimos de higiene, salud y educación de los trabajadores en Inglaterra.

1828: Programa de Robert Owen de mejora ambiental, educacional y moral de los trabajadores.

1841: Ley de trabajo infantil.

1844: Leyes de protección a las mujeres.

1848: Leyes sanitarias para la industria.

1867: Se promulga una ley que nombraba a los inspectores en las fábricas.

1868: Aparecen las leyes de compensación del trabajador 9. Max von Pettenkofer (1818-1901) funda el primer Instituto de Higiene de Munich en 1875.

1864: Marx y Engels promueven la creación de sindicatos como canal para la mejora de las condiciones de los trabajadores.

1874: Inglaterra y Francia fueron los países que lideraron la formalización de la salud y la seguridad ocupacional en Europa.

1886: Revuelta de Chicago: establecimiento de 8 horas de trabajo.

1890: Leyes en todo el mundo de protección a los trabajadores contra riesgos laborales.

Siglo XX

Paralelamente a los avances técnicos que hicieron posible el paso al siglo XX con la masificación de las fuentes de energía eléctrica o termodinámica en los hogares y la industria.

Las teorías y concepciones sobre la administración del trabajo también pusieron su cuota en el proceso de formalización de la seguridad que culminó en la institucionalización de la seguridad industrial.

1918: Harvard fue la primera universidad que concedió el título de licenciado en Seguridad e Higiene en el Trabajo.

1918: Empieza a funcionar la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

1921: La OIT crea el “Servicio y Prevención de Accidentes” para los trabajadores

1960: La seguridad en los puestos de trabajo minimiza los riesgos y permiten reducir costes en la producción. Se valoran muy positivamente los aportes de esta nueva ciencia y cada vez se perfeccionan más los recursos generados en este aspecto.