Tengo el honor de presentarles a Ramón Hervás, un destacado profesional en el ámbito de la prevención de riesgos laborales (PRL) y la industria minera. Con más de 20 años de experiencia, Ramón ha dedicado su carrera a mejorar la seguridad y salud laboral en las industrias extractivas.
Es ingeniero técnico de minas, consultor, formador, perito judicial en PRL y autor del libro «Apuntes de seguridad y salud para la DF y los MI en minería». Actualmente, ocupa el puesto de Director Provincial en el Grupo Preving, donde sigue liderando iniciativas para la mejora del bienestar laboral.
En esta entrevista, Ramón Hervás nos compartirá su vasto conocimiento y experiencia en el campo de la prevención de riesgos laborales, su trayectoria profesional, y los desafíos y logros que ha experimentado a lo largo de su carrera. Además, nos hablará sobre su libro y su enfoque educativo en la formación de profesionales en PRL.
Sr. Ramón, ¿puedes contarnos un poco sobre tus inicios en el ámbito de la minería y la prevención de riesgos laborales?
Estudié ingeniería técnica de minas allá por el año 1989, en la Escuela Universitaria Politécnica de Linares (Jaén).
Mi primer trabajo fue en una empresa del sector de la construcción (obra pública) en donde se explotaban diferentes canteras de áridos (gravas, arenas y caliza) así como se ejecutaban las voladuras mediante explosivos comerciales en los tramos de obra asignados al titular, comenzando así mi profesión como Director Facultativo tanto de las explotaciones mineras como de las voladuras.
La PRL se inició en esta misma compañía en la que empecé a trabajar mediante el estudio y obtención del título del Máster en gestión de la prevención en la empresa, especialidad de seguridad en el trabajo (2000).
Posteriormente, empecé a trabajar como técnico superior en PRL en una Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social (2001) y después desde el año 2007 pasé a trabajar en diferentes Servicios de Prevención Ajenos (SPA).
¿Qué te motivó a especializarte en la prevención de riesgos laborales dentro del sector minero?
La minería es un sector muy profesionalizado y, al mismo tiempo, muy regulado a nivel nacional: seguridad, medio ambiente, residuos, restauración, etc. Conozco pocos ámbitos laborales tan ampliamente desarrollados, normativamente hablando.
La seguridad y salud es un pilar fundamental en la industria extractiva. El carné de maquinista minero, la formación anual frente a la silicosis o un taller autorizado por la Autoridad Minera son pequeñas muestras de las particularidades que solo se dan en este sector.
Esto hace que el cliente o la empresa minera demanden servicios y/o consultas acorde con lo regulado de ahí que vi una oportunidad excelente de aportar al sector mediante mi especialización en PRL en minería.
En uno de los SPA en los que trabajé como técnico de prevención fui coordinador a nivel nacional de un grupo de expertos en minería, asesorando y homogeneizando nuestra postura como SPA de cara a la empresa cliente.
¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional desde tus primeros roles hasta convertirte en Director Provincial en el Grupo Preving?
Como he comentado en 2001 empiezo a trabajar como técnico de PRL en una Mutua y en 2006 paso al servicio de prevención de la misma mutua, también como técnico.
En el año 2007 se me nombra director de la delegación provincial del SPA y dejo a un lado mi perfil técnico, al menos evaluador, ya que continué impartiendo formación PRL a los trabajadores de las empresas clientes.
Con el paso de los años he seguido ejerciendo como director provincial de diferentes SPA hasta llegar al actual, Vitaly, pero sin dejar de lado mi vocación formativa y consultora, al mismo tiempo que me voy especializando en la capacitación minera, que por otro lado tiene su propia regulación en España.
Has trabajado en diversos roles y proyectos a lo largo de tu carrera. ¿Qué habilidades consideras esenciales para tener éxito en el ámbito de la PRL?
Sin ser especialista en la materia, hablaría de lo que conocemos en el mudo laboral como habilidades blandas.
De nada sirve tener mucha experiencia o ser especialista en algo si no eres capaz de llegar al gerente, o convencer al trabajador de que determinada actitud no le beneficia.
Por supuesto hay que tener experiencia, que se gana con el tiempo, pero también hay que ser coherente con nuestro trabajo, responsable y, sobre todo, honesto y profesional con el cliente o empresa.
Toda la reputación ganada a lo largo de años se puede perder rápidamente si el cliente detecta en un momento determinado falta de profesionalidad.
¿Qué desafíos has enfrentado en tu carrera y cómo los has superado?
No he dejado de formarme prácticamente desde mis inicios laborales, lo considero fundamental.
No hay muchos profesionales que tengan el título de técnico intermedio en PRL (hoy ya desaparecido) y que no dudé en cursar allá por el año 1999. Al año siguiente me matriculé en el Master de PRL, aún trabajando como ingeniero de minas pero viendo que aquello de la PRL podía ser un sector interesante. Vaya que lo fue.
En los últimos años he intentado saber más acerca de la Seguridad Basada en el Comportamiento-SBC (Behavior Based Safety) dado que me parece una disciplina que tiene un gran impacto en la PRL, concretamente en la aptitud de cualquier persona trabajadora, por lo que he tenido que empezar prácticamente de cero a leer publicaciones, investigar sobre lo ya escrito, a consultar a otros profesionales, en definitiva, a reciclarme y actualmente ya imparto formación de este tipo para los mandos intermedios y personas con responsabilidades de diferentes compañías. Sin duda ha sido un reto en mi carrera profesional.
Como formador en PRL, ¿qué aspectos consideras más importantes al enseñar a otros profesionales sobre seguridad y salud laboral?
En mis inicios laborales como formador, ante el PowerPoint, era más de ir pasando diapositiva a diapositiva.
Tampoco había los medios que hay ahora. Todavía recuerdo las filminas transparentes que utilizaba en mis cursos de movimiento de tierras.
Con el paso de los años y la experiencia adquirida te das cuenta que la cantidad de casos reales que te ha tocado vivir (accidentes laborales, procesos judiciales, sanciones a empresas/trabajadores, etc.) hacen que el trabajador que tienes enfrente se sienta realmente atrapado en la formación.
Para los compañeros que se inician solamente les aconsejaría que no dejaran de actualizarse, tanto en legislación como en técnicas preventivas, y si pudieran especializarse en un ámbito concreto mejor, al final serán la referencia para otros compañeros de trabajo incluso clientes.
¿Podrías compartir alguna experiencia o proyecto que haya sido particularmente significativo para ti en tu carrera?
Como técnico de PRL, sin duda ejercer la coordinación a nivel nacional de un grupo de expertos en minería. Esta circunstancia me supuso organizar varios congresos internos con lo que ello suponía (búsqueda de ponentes, temas a tratar, etc.) así como estar atento a las consultas casi diarias del panel de expertos.
Como formador en PRL, me produce gran satisfacción cuando me dirijo a mandos intermedios, directores facultativos (ingenieros de minas), entre otros, a los que tengo la oportunidad de contarles lo aprendido a lo largo de más de 28 años de carrera profesional.
La formación de SBC, a pesar de que la llevo impartiendo desde 2017, supone para mí un hecho significativo cada vez que tengo que hacerlo, dada la cantidad de información, procedimientos, etc. que tengo que estudiar previamente.
No me gusta hablar siempre de lo mismo y en este sentido la actualización del material formativo para mi es primordial.
Eres autor del libro «Apuntes de seguridad y salud para la Dirección Facultativa y los mandos intermedios en minería». ¿Qué te inspiró a escribir este libro y cuál es su objetivo principal?
En el año 1999 me vi involucrado en un accidente mortal de un trabajador que actuaba como subcontrata de nuestra empresa.
El accidente no fue en minería sino en una obra de construcción. Yo ejercía de técnico de PRL de la empresa, y por tanto el juez consideró que como técnico tenía que dar explicaciones.
En la búsqueda de información tanto de regulación de seguridad y salud (S.S.) como de los aspectos que se podían mejorar, de cara a evitar el accidente, no encontré mucho (por aquellos entonces no se conocía internet ni las redes sociales como lo es hoy 25 años después), más allá de la propia Ley de PRL y el RD de obras de construcción (1627/1997).
Con el paso de los años, y dada la alta accidentabilidad del sector minero, quise poner a disposición de los responsables del centro de trabajo de las empresas mineras (técnicos de PR, encargados y directores facultativos, fundamentalmente) unos “apuntes” de manera que tuvieran conocimiento de forma eficaz de lo más importante que afecta a la actividad preventiva y por la que se nos pueden pedir responsabilidades en materia de PRL.
El objetivo, por tanto, es facilitar a estos profesionales la información de S.S. más relevante a tener en cuenta y si con ello evitamos algún accidente, además de ser imputados, mucho mejor.
¿Qué temas clave aborda tu libro y cómo pueden beneficiar a los profesionales en el sector minero?
En la publicación se abordan todos los aspectos preventivos que tiene que tener en cuenta una organización preventiva, desde la formación/información, pasando por los reconocimientos médicos laborales o un asunto tan trascendental como es la coordinación de actividades empresariales (CAE), sin olvidar la elaboración de Documento sobre Seguridad y Salud (DSS), herramienta fundamental en la gestión preventiva de cualquier compañía minera.
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En el libro se citan procedimientos de buenas prácticas para prevenir accidentes y enfermedades profesionales.
Asimismo, se tienen en cuenta accidentes reales ocurridos en el sector y sus posibles repercusiones legales de tal manera que se exponen casos de ingenieros, encargados, etc. que por falta u omisión de medidas preventivas pueden verse imputados en un proceso penal.
Modestamente, la obra intenta dar un barniz general de S.S. y contribuir a una efectiva cultura de prevención.
¿Cómo ha sido la recepción de tu libro entre tus colegas y los profesionales del sector?
Creo que ha tenido una buena acogida y han sido numerosos los profesionales que se han interesado por la publicación.
Al mismo tiempo, tanto en redes sociales (fundamentalmente LinkedIn) como en mis formaciones en empresas cliente, los técnicos suelen mostrar interés en la obra.
La idea inicial de escribir no fue en absoluto la comercial sino la meramente informativa y de puesta a disposición del sector, por lo que con mayor motivo, si cabe, se agradecen todas las muestras de interés.
Actualmente estás trabajando en un proyecto de doctorado en la UCLM sobre la PRL en el sector minero. ¿Podrías contarnos más sobre este proyecto y sus objetivos?
Efectivamente en octubre de 2023 me embarqué en un proyecto de investigación con motivo de mi tesis doctoral denominado “Análisis de la PRL en el sector minero a través de los DSS” que consiste en el estudio con detalle del DSS antes comentado, para mejorarlo si procede.
Mi ámbito de investigación está centrado en los DSS de la comunidad de Castilla-La Mancha, comunidad en la que ejerzo de manera profesional.
Desde el año 1997 el DSS se convierte en la herramienta fundamental de gestión preventiva.
En España ha habido 2 modificaciones legislativas desde entonces, en 2006 y 2020, sin embargo los accidentes laborales siguen ocurriendo y nos encontramos a la cabeza de la UE en esta estadística.
Sin ir más lejos, el día 27 de julio de 2024, se ha produjo un accidente mortal en una minera de la provincia de Toledo.
Sin duda, uno de los aspectos que se revisarán con motivo de la investigación (o debería) será el DSS.
¿Qué esperas lograr con tu investigación doctoral y cómo crees que impactará en la industria minera?
Con este trabajo se pretende mejorar el contenido del DSS y sacar conclusiones que redunden en el sector y que permitan tanto a técnicos que participan en su elaboración (directores facultativos y técnicos de los SPA) como a las Autoridades Mineras mejorar el día a día de la gestión de PRL.
Nuevamente, la idea es generar cultura preventiva en el ámbito minero y, con ello, intentar reducir la alta siniestralidad.
Actualmente, he terminado de redactar el primer artículo relacionado con la investigación y se encuentra en proceso de verificación para su publicación.
¿Qué cambios o avances te gustaría ver en el campo de la PRL en los próximos años?
El ámbito laboral cada vez más está sujeto a diferentes riesgos, en función de las circunstancias tan cambiantes. Aparecen nuevas tecnologías que llevan asociadas nuevos riesgos para los cuales a veces no se está preparado.
El uso de drones, la IA, juegos, Apps para teléfonos móviles, etc. han venido para quedarse y nos obligará a estar formados para poder dar respuesta a las demandas preventivas de nuestros trabajadores y empresas.
Todo esto está bien y no se puede ir en contra de la tecnología pero debe ir acompañado de una eficiente regulación para que los técnicos de PRL tengamos una seguridad jurídica, contando por supuesto con los profesionales y expertos del sector.
En el futuro, aunque ya también actualmente, los riesgos “clásicos”, a pesar de seguir existiendo, pasarán a un segundo plano y tendremos otros riesgos diferentes derivados del uso de las nuevas tecnologías (lo que se conoce como el tecnoestrés) y para lo cual debemos estar preparados, no solo los propios trabajadores sino también las mismas compañías que deben facilitar los cambios y adaptaciones
¿Qué consejo darías a los jóvenes profesionales que están comenzando su carrera en la prevención de riesgos laborales?
El sector de la PRL tiene muchas especificidades dada la cantidad de normas (leyes, reales decretos, etc.) que le son de aplicación y es difícil saber de todo, por lo que es muy importante la formación y actualización continua.
El sector demanda actualmente muchos profesionales, tanto sanitarios como técnicos, independientemente de si son de grado medio o superior (Máster) y nuestro trabajo de alguna manera debe tener un punto de vocación, dado el fin último que no es otro que mirar por la vida de otras personas.
Es un trabajo muy bonito que, aunque sea solo de vez en cuando, te da satisfacciones.
Has impartido numerosas formaciones en PRL. ¿Podrías compartir algunas de las metodologías que utilizas para asegurarte de que la formación sea efectiva?
Siempre imparto formación presencial. Mi metodología es sencilla, un PowerPoint y hacer ver a los alumnos/trabajadores la importancia que tiene el hecho de que ellos decidan trabajar con seguridad.
De nada sirve que seamos novedosos en la metodología (juego de roles, realidad virtual, etc.) si no somos capaces de tocar la fibra y al menos que el trabajador piense en su comportamiento inadecuado. Sé que no es tarea fácil pero en ello estamos.
En este sentido, me gusta hablar con los trabajadores y que ellos mismos expresen situaciones personales y por qué lo hacen. Generalmente termino la formación con un pequeño test que sirve para reforzar lo hablado en clase.
La formación que imparto de Seguridad Basada en el Comportamiento tiene otra metodología, basada en el coaching, aunque también es inevitable apoyarse en una presentación.
En estos casos, al dirigirme a otro público (mandos intermedios) el mensaje es distinto, busco hablar de responsabilidades y nuevamente hacer ver también a estos trabajadores que su puesto de trabajo es un poco distinto, no solo enfocado a producción, y no pueden dejar de mirar por la S.S. de los compañeros bajo su mando.
¿Cómo ves la evolución de la formación en PRL y qué tendencias crees que serán importantes en el futuro?
Existen muchas maneras de impartir la formación en PRL. Hoy en día se habla mucho de la gamificación en formación y puede ser interesante, al menos se sale de lo que es habitual. En cualquier caso, habría que ver si esta formación se adapta a lo que viene especificado en el artículo 19 de la Ley de PRL (1995) y sobre todo si se puede certificar dado que actualmente solo lo puede hacer un servicio de prevención.
No entro a valorar si está bien o no, legalmente es lo que está regulado.
En este sentido, existe actualmente un borrador de la mesa de diálogo de PRL del Ministerio de Trabajo en donde se modifica el artº. 19.2 de la Ley de PRL en relación a la formación y en donde parece indicar que se deja la puerta abierta a otras profesionales/entidades, fuera del ámbito de los servicios de prevención, con la finalidad de que la persona trabajadora pueda ser más capacitada o mejor.
A ver en qué queda finalmente. En todo caso, las formaciones impartidas por los servicios de prevención (ajenos o propios) deben contar con buenos profesionales y aquí nuevamente apelo a la formación y reciclaje continuo. La experiencia que se transmite es fundamental para despertar el interés y el cambio de aptitud del trabajador frente a los riesgos laborales.
Como consultor, ¿cuáles son los problemas más comunes que observas en las empresas en relación a la PRL y cómo los abordas?
Habría que diferenciar la mediana y pequeña empresa, de la grande.
En la primera, suele darse una falta generalizada de cultura preventiva en donde la gerencia está enfocada únicamente (con excepciones, como es normal) en la producción y el servicio al cliente, descuidando por tanto la PRL o dejándola en manos del SPA. Esto no es malo pero lo que se transmite a los empleados es que no hace falta que nos preocupemos de la S.S. dado que ya le pago al SPA…
En relación a la gran empresa, pocas en nuestro país, es cierto que disponen de más medios y una mayor estructura organizativa entre la que suelen incluir a técnicos de PRL en plantilla.
Esto es muy bueno ya que los problemas o incidencias del día a día son fácilmente detectables (que no subsanables) pero también he observado que precisamente el día a día de estos profesionales les absorbe con cuestiones internas, vía email o vía teléfono.
Además, hay que tener en cuenta que muchos de estos técnicos suelen tener encomendadas otras funciones, no sólo de PRL, con lo que se podría decir (no en todos los casos) que tienen dificultades para realizar su trabajo, al menos de manera eficiente.
Por último: ¿Le gustaría aprovechar esta oportunidad para añadir algo más?
Aprovecho la ocasión para denunciar la falta de profesionales en este sector, no solamente técnicos de PRL como he comentado anteriormente, sino también de perfil sanitario, tanto médicos como enfermeros.
Estos sanitarios, además, deben tener la titulación “del trabajo”. Aunque no todos sí es necesario tener un número en plantilla de cara a las acreditaciones como SPA. Pues bien, en España actualmente no solo hay una alta demanda de estos perfiles sino que en los próximos años se jubilarán una parte importante de los mismos, sobre todo médicos, por lo que urge una regulación por parte del Ministerio y abordar este asunto de manera primordial. Las empresas deben poder seguir realizando sus reconocimientos médicos laborales.
Nada más, muy agradecido de poder aportar mi pequeño grano de arena al sector.
Agradecemos al Sr. Ramón Hervás por su tiempo y por su tiempo y por compartir su experiencia y conocimientos con nosotros en conexión PRL.
Para más información, puedes seguirlo en LinkedIn: Ramón Hervás