¿Cuáles son los 7 tipos de riesgos laborales?

¿Cuáles son los 7 tipos de riesgos laborales?

Te estas preguntando, ¿Cuáles son los 7 tipos de riesgos laborales? Pues ahora mismo resolveremos tus dudas de forma simple y sencilla. 

Los riesgos laborales pueden clasificarse en diversas categorías, y aunque no hay una lista universalmente aceptada de exactamente siete tipos, comúnmente se mencionan los siguientes siete tipos de riesgos laborales:

  1. Físicos: Incluyen exposición a ruido, vibraciones, radiaciones, temperaturas extremas, iluminación inadecuada, entre otros.
  2. Químicos: Relacionados con la exposición a sustancias químicas peligrosas, como solventes, gases tóxicos, productos químicos industriales, entre otros.
  3. Biológicos: Relativos a la exposición a agentes biológicos, como bacterias, virus, hongos, parásitos, que pueden causar enfermedades.
  4. Ergonómicos: Vinculados a la mala adaptación entre el trabajador y su entorno laboral, incluyendo problemas relacionados con la postura, movimientos repetitivos, diseño inadecuado de la estación de trabajo, entre otros.
  5. Psicosociales: Relacionados con el impacto emocional y mental del trabajo, como el estrés laboral, acoso, discriminación, carga emocional, entre otros.
  6. De seguridad: Se refieren a situaciones que pueden causar lesiones físicas, como caídas, golpes, cortaduras, incendios, entre otros.
  7. Eléctricos: Relacionados con la exposición a riesgos eléctricos, como descargas eléctricas, cortocircuitos, entre otros.

¿Cuáles son los 7 tipos de riesgos laborales (con ejemplos)?

A conitnuación, se muestran unos ejemplos que ilustran cómo los riesgos laborales pueden manifestarse en diversos entornos y resaltan la importancia de implementar medidas de seguridad y prácticas laborales adecuadas para prevenir accidentes y proteger la salud de los trabajadores:

Riesgo Físico

Riesgo Físico

    • Ejemplo: Trabajadores que están expuestos a niveles elevados de ruido constante en una fábrica sin la protección auditiva adecuada, lo que puede llevar a problemas de audición a largo plazo.

Riesgo Químico

    • Ejemplo: Empleados que manipulan productos químicos sin el equipo de protección adecuado, exponiéndose a sustancias tóxicas que pueden causar daño a la piel, ojos o vías respiratorias.
Riesgo Químico
Riesgo Biológico

Riesgo Biológico

    • Ejemplo: Personal de atención médica que trata a pacientes infectados con enfermedades contagiosas, enfrentándose al riesgo de contraer infecciones o enfermedades debido a la exposición a agentes biológicos.

Riesgo Ergonómico

    • Ejemplo: Trabajadores de oficina que pasan largas horas frente a una computadora sin una configuración ergonómica adecuada, lo que puede resultar en problemas musculoesqueléticos, como dolores de espalda y lesiones por esfuerzo repetitivo.
Riesgo Ergonómico
Riesgo Psicosocial

Riesgo Psicosocial

  • Ejemplo: Ambiente laboral con altos niveles de estrés debido a plazos ajustados, demandas excesivas de trabajo y falta de apoyo, lo que puede llevar a problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.

Riesgo de Seguridad

    • Ejemplo: Trabajadores de la construcción que operan en alturas sin el equipo de seguridad adecuado, lo que aumenta el riesgo de caídas y lesiones graves.
Riesgo de Seguridad
Riesgo Eléctrico

Riesgo Eléctrico

  • Ejemplo: Técnicos que manipulan equipos eléctricos sin desconectar la corriente, exponiéndose al riesgo de descargas eléctricas que pueden resultar en lesiones o incluso la muerte.

Conclusión y Reflexión Final

La identificación y mitigación de los riesgos laborales son fundamentales para garantizar la seguridad y el bienestar de los empleados en cualquier entorno de trabajo.

La clasificación de estos riesgos en siete categorías: físicos, químicos, biológicos, ergonómicos, psicosociales, de seguridad y eléctricos, proporciona una guía comprensible para abordar cada tipo de peligro de manera específica.

Implementar medidas preventivas y capacitaciones adecuadas no solo reduce la incidencia de accidentes y enfermedades, sino que también promueve un ambiente laboral más productivo y saludable.

Las empresas deben invertir en la educación continua y la revisión regular de las condiciones laborales para mantener altos estándares de seguridad.